Comisariada por Maike Aden, sobre un proyecto original de Guy Schraenen, esta exposición analiza el desarrollo del sonido como campo creativo de las artes visuales diferenciado de la música, desde principios hasta finales del siglo XX. La muestra plasma los esfuerzos de artistas que recurrieron al sonido más allá de su uso tradicional en manifestaciones como la música, la poesía o el teatro. A manera de introducción la exposición incluye referencias a las vanguardias históricas; concretamente al futurismo, el dadaísmo y el cine ruso, deteniéndose en obras pioneras de la permeabilidad de los medios, como es el caso de Relâche, Erik Satie, Francis Picabia y René Clair, así como en los experimentos futuristas. La muestra incluye una serie de piezas sonoras y materiales diversos, que van desde dibujos y partituras a esculturas, películas y fotografías.