Manu Brabo y Esteban Girón, dos artistas asturianos se conocieron hace relativamente poco. Manu era fan de Toundra. Esteban era fan de Manu. Uno siempre quiso ser rockero. Otro quería ser periodista de guerra en su adolescencia. Cuando se conocieron, a los pocos minutos se forjó una relación de amistad sincera, basada en el cariño sincero y una profunda y mutua admiración. Cuando Manu se va a la guerra, deja a sus amigos de Toundra preocupados y expectantes a ver qué nuevas genialidades pueden ver en el trabajo del famoso sportinguista. Cuando Toundra saca nueva música, Manu siempre les manda un mensaje de «me parece increíble, como siempre». Ahora, en medio de la guerra de Ucrania, Manu les manda material con el que la banda puede inspirarse y aplicar las tensiones propias de su música al reflejo de la mayor de las atrocidades: la guerra.