Yo solo vine a ver el jardín, por amor&rabia. Colectivo de Artes Escénicas Contemporáneas. Feliciana Enríquez en el siglo XVII proponía la subversión del género, relaciones poliándricas, protagonistas de cuerpos tullidos y deformes. Desde el colectivo amor&rabia la rescatamos con esta adaptación escénica. Yo solo vine a ver el jardín es una experiencia experimental donde Aglaya dará testimonio de un monólogo incómodo, macarra y a veces naif, para mirar de cerca la enfermedad y festejar el sexo y el cuerpo. Entonces, el plan es el siguiente: encerrarse en el jardín y empezar una correspondencia arrolladora con seis hombres a la vez, en una exploración íntima en torno al placer y al autoplacer, al límite de la existencia. “No es a vosotros a quienes busco. Es este deseo. Algo más profundo e irreal que un simple hombre. Porque el cuerpo tiene una memoria prehistórica. Y es insaciable”.